Crónica de un sueño

Acababa de abrir los ojos esa misma mañana, puse los pies en el suelo y caminé hacia la ventana. Levanté la persiana con gran esfuerzo y fijé la vista en las miles de partículas que circulaban por los rayos de sol.

Hasta el momento el día parecía ir bien. Bajé las escaleras y salí a la calle, bueno digo calle porque normalmente llamo así a lo que queda fuera de mi hogar, lo apropiado seria llamarle NADA.

Abandoné mi vista en el borroso horizonte, giré lentamente a un lado, al otro y no encontré nada de lo que yo consideraba habitual, es más, no encontré nada de nada.

En ese mismo instante me di cuenta de que había despertado en un mundo distinto del mio, no había aire, ni sol, ni luz, era un mundo oscuro y solo puedo describir sus rasgos físicos por que aquel lugar la única sensación que me producía era el vacío.

Dí pasos en una dirección desconocida y me fui descubriendo en cada pisada. A cada minuto que pateaba el reloj el miedo más intenso me arropaba.

Tenía miedo de aquella infinita oscuridad.

Tenía miedo de la soledad que me acompañaba.

Tenía miedo del propio miedo

Retrocedí los pasos que dí, entre en casa y me tumbé en la cama.

Acababa de abrir los ojos esa misma mañana, puse los pies en el suelo y caminé hacia la ventana. Levanté la persiana con gran esfuerzo y fijé la vista en las miles de partículas que circulaban por el sol. Bajé las escaleras corriendo y salí a la calle y raramente aquello volvió a la normalidad y allí estaba el sol, el aire...TODO.

¿Qué es el tiempo?

Una vez más volví a descargar mis ganas sobre el papel, mientras soltaba lentamente el humo de un cigarro ya apagado.

Justo en ese instante reflexionaba o más bien intentaba comprender el significado de aquello a lo que la humanidad llama tiempo. ¿Qué es el tiempo? Sabía que esta palabra estaba definida por tres conceptos claves: PASADO, PRESENTE y FUTURO. Pues bien, para definir cada uno de ellos debía colocarme en mi ser, es decir justo en el instante en el que me encontraba, o sea el PRESENTE.

Para contar mis sucesos anteriores, esto era el PASADO, debía añorar, RECORDAR.... historias, hechos... que me alegraban o bien me entristecían, eso solamente del momento que mi mente estuviera manejando. Era consciente que cada instante del pasado traído al presente nunca más volvería a suceder de la misma forma en que ocurrió. Es curioso que el concepto de pasado quedara envuelto en el verbo recordar.

Para describir el FUTURO sabía que no podía hablar sobre algo certero así que decidí hablar de eso como "un tiempo pensado más allá de mi presente", ya que no tenia una palabra exacta para describir tal concepto, aún así supe ser consciente de que el futuro no era más que un posible reflejo del presente.

Curioso asunto el del tiempo y curioso caso del poder de igualar PASADO, PRESENTE Y FUTURO en un mismo nivel, y sí hablo de la muerte, que cuando llega deja cualquier tiempo vivido donde habita el olvido.

una despedida es dura, pero el recuerdo la cura :)

No es que prefiera olvidarte, prefiero que me recuerdes o quizás prefiera recordarte a mi manera, con una sonrisa y no con una lágrima cargada de añoranza.

Prefiero recordarte de forma divertida tal y como me lo paso contigo.

No quiero que tu recuerdo me oculte tras la pena. Recuerda que tras gotita que derrama el cielo se oculta tu rostro sonriente.

Un tiempo si verte apenas es tiempo comparado con lo vivido, miles de momentos que permanecen en el pasado pero que no habita donde dicen que el olvido vive.

El pasado siempre puede ser recordado y con ello nuestras aventuras.

Nos hemos rallado, hemos reído, hemos VIVIDO pero nuca nos hemos arrepentido. :D